Al servicio del bien común

Al servicio del bien común
“La política no es el mero arte de administrar el poder. Es una vocación de servicio… para la generación del bien común”, expuso el papa Francisco a los miembros de la Academia de Líderes Católicos en una reunión en Roma.

Precisamente “bien común” y “servicio” son expresiones que repite con frecuencia, José Luis Nieto, el número diez de la lista de Más Madrid Verdes Equo al ayuntamiento de la capital.

Este biólogo que ha sido concejal en la anterior legislatura y vocal vecino portavoz en la Junta de Distrito de Carabanchel piensa que “la política es la mejor herramienta para intentar modificar y mejorar las condiciones de vida de todas las personas” y advierte que, si no lo hacen los ciudadanos y ciudadanas, “lo harán otros con otros criterios diferentes al bien común”.

Si tenía dudas, la experiencia de este militante de la HOAC le ha confirmado en “la necesidad de regenerar la política y de demostrar con la práctica que otra forma de hacer política es posible”.

De hecho, está firmemente convencido de que siempre hay que “ser respetuoso con los adversarios en los debates” y “no descalificar en el terreno personal, sino centrarse en la crítica de la acción política”.

La gestión municipal tiene la ventaja, incluso en ciudades grandes, de que las decisiones suelen tener un efecto directo y palpable sobre el territorio y sus habitantes, además de la proximidad con las personas y colectivos que lo habitan.

Nieto guarda como un tesoro el apoyo y reconocimiento de diferentes organizaciones sociales con las que ha trabajado todos estos años e incluso percibe cierto respeto hacia su persona de contrincantes políticos.

Del movimiento vecinal proviene Pau Díaz, número cinco en la lista de Unides Podem Esquerra Unida para la ciudad Valencia, en concreto de la Malvarrosa, que ha aceptado concurrir a las elecciones municipales.

“Parecía buen momento para activar la militancia política, pensado en la posibilidad de apoyar la confluencia de sensibilidades diversas”, apunta Díaz, integrante de una candidatura de una de las grandes ciudades del país

Aunque el gobierno anterior ha desarrollado una política con una “orientación positiva”, a su entender, le ha faltado “prestar mayor atención a la realidad de los barrios ignorados, de la periferia”. Así que su implicación, contempla, podría contribuir a añadir este “punto” que faltaba.

Para Nieto, que ha tenido que sortear nada más y nada menos que una pandemia en una ciudad como Madrid, lo ilusionante de la gestión municipal está en “poder seguir trabajando por y para los madrileños y madrileñas, por mejorar la ciudad de Madrid y las condiciones de vida de las personas”.

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La persona, lo primero

Su experiencia de fe, su formación en la HOAC y su bagaje personal le animan a tratar de “poner en el centro de las políticas a las personas y su situación, priorizando especialmente a las personas que están en peores situaciones, ejerciendo este servicio con “honradez, sencillez, humildad, perseverancia y templanza”.

Díaz tira de tradición, en este caso del cristianismo progresista muy presente en el mundo sindical valenciano y en organizaciones políticas, para enmarcar su compromiso. “Todo el mundo sabe que estoy en la HOAC”, afirma.

En su opinión, la política de la persona creyente debe marcarse como prioridad “poner a las personas, especialmente las empobrecidas, en el centro de las preocupaciones y no los intereses corporativos, ni de grupos y fomentar la participación, en el sentido de que se escuchen las voces que menos suelen contar, la de las periferias, los barrios obreros, las personas discapacitadas, las migrantes y las pobres”.

Díaz afirma que “en mi parroquia, mis compañeros de asociación y personas más cercana ven como natural, razonable el activismo político” y son muy conscientes, de que “no vamos a ocupar cargos, sino a trabajar por lo demás…”

Eso sí, la Iglesia diocesana, a grandes rasgos, desconoce este tipo de participación. “Hay una tendencia a no meterse en política, tampoco hay orientaciones hacia una tendencia política conservadora, simplemente falta sensibilidad para este tipo de compromisos”, resume Díaz

Al final, en los candidatos y la candidatas que profesan la fe católica pueden aparecer dudas y un sinfín de sin sabores, por no hablar de la complejidad del sistema político, que no es ajeno, lógicamente, a la dinámica social. Su compromiso supone una apuesta por complicarse la vida un poco más, en respuesta a sus convicciones, o, si se quiere, a una llamada, que ha despertado su vocación por el servicio público.

La pregunta, tal y como la formula Nieto, siempre es “¿cómo ser el mejor instrumento del Padre para dar respuesta a los más necesitados y despojados?”, sabiendo que puede fiarse también de que “el Padre siempre alumbra el mejor camino”.

 

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