El futuro del sindicalismo

El futuro del sindicalismo
Foto | Paran Koo (unsplash)
Con motivo del 1º de Mayo es bueno recordar y reconocer que, históricamente, los sindicatos han sido fundamentales en la defensa de la dignidad de las personas trabajadoras, en la lucha por la justicia y en la construcción de una sociedad más solidaria y fraterna. Lo han sido y lo son, con todas sus limitaciones.

La Doctrina Social de la Iglesia plantea que los sindicatos son un elemento indispensable de la vida social, expresión de la lucha por la justicia, y que su razón de ser fundamental es la afirmación práctica de la dignidad del trabajo y del trabajo digno frente a su mercantilización. Pero hoy, como en otros momentos de su historia, el sindicalismo necesita renovación e innovación. El papa Francisco plantea como claves de esa renovación la promoción de vínculos de fraternidad en el mundo del trabajo, la relación entre trabajo y cuidado, y, sobre todo, dar centralidad a los trabajadores y trabajadoras empobrecidos (1).

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