Justicia y Paz llama a votar pensando en los descartados y la cultura del encuentro

Justicia y Paz llama a votar pensando en los descartados y la cultura del encuentro
Justica y Paz ha publicado un comunicado de cara a las próximas elecciones generales en el que pide a la ciudadanía “una participación consciente, crítica, informada y formada” a la hora de ejercer su derecho al voto.

El mensaje, con “ánimo de actuar con los ojos abiertos, el corazón sensible y la mano pronta”, se inspira en la Doctrina social de la Iglesia, la escucha de los signos de los tiempos y el anhelo de la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

Parte de la constatación del “aumento de la polarización política, conscientes de que existe un riesgo cierto de erosión de la cultura democrática a partir de la banalización de las instituciones, la descalificación generalizada de quienes las representan, por parte de intereses económicos, políticos y mediáticos”.

Apela a la conciencia cívica al afirmar que no ejercer el derecho al voto supone “dejar en otras personas nuestra responsabilidad por la aportación propia en la construcción de un mundo más justo y en paz”. Como expresó el obispo de Mondoñedo-El Ferrol, García Cadiñanos, entiende Justicia y Paz que “hay una buena política que se basa en la caridad y que construye la sociedad hacia el bien común, edificando puentes, fijándose en cada persona, viviendo los cargos en actitud de servicio, con la mirada en las personas más vulnerables”.

Para contribuir a una opinión madura e independiente en la ciudadanía, ofrece siete puntos a tener en consideración: la solidaridad, las migraciones, la paz, el desarrollo sostenible, la pluralidad, las prioridades y los avances necesarios.

Así, reclama al Gobierno que salga de las urnas el compromiso con “una cultura de solidaridad en favor de las personas “descartadas” por el sistema y trabajar por su inclusión, no sólo en situaciones de necesidad sino en todo momento”, reclamando a los partidos que concurren en los comicios programas serios y audaces para erradicar la pobreza.

Justicia y Paz hace una mención a las propuestas realizadas por Cáritas para combatir la exclusión social para que sean tenidas en cuenta por los responsables públicos. Para la organización católica comprometida por el desarrollo integral y los derechos humanos, resulta fundamental “continuar y mejorar los avances en materia social, económica, fiscal, laboral y de género por el Gobierno que salga de las futuras elecciones”.

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Fortalecer el Estado del bienestar

En este sentido alerta Justicia y Paz de que “no existe justicia social sin una adecuada justicia fiscal basada en criterios redistributivos que permitan un fortalecimiento del Estado del bienestar -educación, sanidad, servicios sociales, pensiones, empleo- y un adecuado ejercicio de los derechos sociales” y crítica el uso torticero de la palabra “libertad” a actitudes individualistas y hedonistas poco solidarias.

Igualmente critica el “discurso belicista” del Gobierno de coalición, sin perjuicio de condenar sin paliativos la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Como no podía ser menos de una organización que promueve la paz desde el pensamiento católico, expresa su apoyo a los esfuerzos realizados por el papa Francisco en favor de la paz y reclama una acción gubernamental decidida a “promover una cultura de paz y a favor del desarme”.

No agitar los miedos

Sobre las políticas migratorias, reclama medidas que palíen “las causas estructurales que están en la base de las migraciones”, además de un trato digno y respetuoso a las personas en tránsito, sin descuidar la cooperación al desarrollo.

También plantea la organización que, para avanzar en el cuidado de las personas, mejorar la gestión de los recursos y preservar el medio ambiente, “es necesario que el nuevo Gobierno siga apostando por los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.

Por último, Justicia y Paz llama a acabar con la agitación del miedo como combustible político, por lo que reclama promover el encuentro entre las personas. Así, expresa categóricamente que “no deberían tener lugar en las opciones de voto de la ciudadanía propuestas políticas que fomenten la criminalización de quien es diferente, el racismo y la xenofobia”.

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