Soñar caminos para continuar siendo Iglesia plantada en el mundo obrero

Soñar caminos para continuar siendo Iglesia plantada en el mundo obrero
Maru Megina, presidenta de la HOAC, ha presentado el informe de valoración desde la anterior asamblea general. Las propuestas de acción desarrolladas durante estos ocho años “nos han permitido ir construyendo un proyecto de vida profundamente humano y encarnado en la debilidad del mundo obrero”.

Reconoce que la pandemia ha afectado a la militancia y al movimiento, “pero poco a poco hemos ido recuperando el ritmo”. De este tiempo destaca que se ha agudizado la disolución de lo humano en un modelo social capitalista, que precariza el empleo y descarta a muchas personas. Por eso, ha apuntado Megina, “nuestra prioridad es recuperar el sentido de lo humano y ponerlo en el centro de la cuestión social”.

Desde la anterior asamblea hemos puesto en marcha prácticas de comunión con el mundo obrero empobrecido, hemos potenciado espacios de difusión y desarrollado iniciativas que nos han permitido una mayor presencia pública, como Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) o la campaña ‘Trabajo digno para una sociedad decente’.
Hemos avanzado en la vivencia de las cuatro claves, que han impregnado la vida del movimiento y que nos han permitido vivir la fraternidad en el mundo obrero y luchar por una mayor justicia social. Sin embargo, tenemos muchas cuestiones pendientes, como incrementar nuestra participación en las organizaciones sindicales y el acompañamiento de procesos de formación en nuestros ambientes.

Extensión e iniciación

“Hemos comprendido que lo que queremos extender es una manera de ser y vivir personal y comunitariamente. Esto lo hemos expresado a través de nuestros medios de difusión”, ha afirmado Megina, que además ha admitido la preocupación por la falta de conformación de nuevos equipos de la HOAC. “Nuestra tarea es sembrar y confiar en que sople el Espíritu. Aun así, debemos seguir reflexionando sobre cómo llegar a otra gente y hacer crecer el movimiento”.

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La misión de la militancia de la HOAC es testimoniar la Iglesia de Jesucristo en el mundo obrero y llevar a nuestras diócesis la realidad de tantas personas que no tienen un trabajo decente. “Seguimos trabajando para ser una pastoral de toda la Iglesia”, ha asegurado.

Sentir a Cristo, a la Iglesia y al mundo obrero

En esta 14 Asamblea General hemos de seguir profundizando en los medios que ya pusimos en marcha en la anterior. La clave está en cultivar el encuentro personal y comunitario con Jesucristo. Pero además de sentir a Cristo, tenemos que sentir con la Iglesia, una Iglesia sinodal que nos invita a asumir nuestra responsabilidad con la tarea evangelizadora. El anuncio al mundo obrero requiere que centremos nuestros esfuerzos en la extensión y la iniciación a la HOAC.

Hemos de sentir también con el mundo obrero, ampliando nuestro compromiso con las personas empobrecidas, desde las campañas de denuncia de las realidades de injusticia y anunciando que es posible hacer efectivos los derechos de las personas y de los pueblos.

“Queremos seguir soñando caminos nuevos, mirar al futuro, para continuar siendo Iglesia plantada en medio del mundo obrero”, ha concluido Maru Megina parafraseando las palabras del papa Francisco.

 

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