Papa Francisco: “El trabajo es con derechos o es esclavo”
En una entrevista con la periodista y presidenta de Télam, Bernarda Llorente, el papa Francisco abordó cuestiones fundamentales que afectan a la sociedad, haciendo hincapié en la necesidad de preservar la dignidad en el trabajo.
Francisco destacó que “lo que te unge digno es el trabajo”. En su opinión, el trabajo es mucho más que una mera actividad; es un pilar fundamental de la dignidad humana. En sus palabras, el trabajo se convierte en un elemento crucial para la realización personal cuando está acompañado de derechos concretos. Además, afirmó que “el trabajo es con derechos o es esclavo”, subrayando la necesidad de garantizar que las trabajadoras y los trabajadores sean tratados con justicia y respeto.
“Cuando un trabajador no tiene derechos o se lo contrata por poco tiempo para ir cambiándolos y no pagar aportes, se lo convierte en esclavo y uno se transforma en verdugo. Verdugo no es solamente aquel que mata a una persona, sino también el que explota a una persona. Tenemos que tener conciencia de esto. A veces cuando me escuchan decir las cosas que escribí en las encíclicas sociales, dicen que el Papa es comunista. No es así. El Papa agarra el Evangelio y dice lo que dice el Evangelio. Ya en el Antiguo Testamento, el derecho hebreo pedía que se cuidara a la viuda, al huérfano y al extranjero. Si una sociedad cumple estas tres cosas anda fenómeno. Porque se hace cargo de situaciones límites de la sociedad. Y si se hace cargo de las situaciones límites, lo hará con las otras también”.
Preguntado por la “austeridad como práctica habitual en su vida”, el Papa afirmó que “la austeridad en sí misma no existe”. Más bien, explicó que existen hombres y mujeres austeros que viven de su trabajo, tienen cultura y saben expresarla.
“La austeridad se enseña con el trabajo. El austero no vive de arriba. Lo que unge a una persona de austeridad es su trabajo, su compromiso, su ganarse el pan con el sudor de su frente, así sea un sudor material o intelectual. Es importante concebir el trabajo como algo inherente a la persona humana. La vagancia es una enfermedad social. Incluso están los vagos ricos, los que viven a costilla de los demás sin pensar en un bienestar común. La pereza y la vagancia son muy traicioneras porque alimenta toda esta viveza de aprovechar para mí, a costilla de los demás. Por eso, una persona que trabaja, trabaje donde trabaje, asume dignidad. Un problema es la falta de dignidad cuando se va imponiendo la cultura del derroche, del pasarla bien, de la explotación y de no trabajar. Ahí pierde dignidad la persona. Una persona es digna si se gana su pan y cuida de la gente”.
“Abulia cultural”
El Papa también expresó su profunda preocupación por la indiferencia en la sociedad. Definió la indiferencia como “una especie de abulia cultural”, una actitud que puede llevar a la pasividad y al desapego de los problemas que afectan a la humanidad. Comentó que las grandes dictaduras a menudo nacen de la indiferencia y de la ilusión generada por un “flautista de Hamelín”, que encanta al público y lo lleva por un camino peligroso. El Papa señaló que esta apatía puede conducir a situaciones de explotación y falta de solidaridad.
Además, Francisco habló de la importancia de preservar la riqueza humana a través de la diversidad de pensamientos, sentimientos y acciones. Explicó que el pensamiento único es perjudicial, ya que puede anular la riqueza de la experiencia humana al limitar la expresión individual y fomentar el pragmatismo y el conformismo.
En cuanto al desarrollo tecnológico y la inteligencia artificial, el papa Francisco expresó su preocupación por la velocidad del cambio. Señaló que cuando los cambios se producen de manera acelerada, los mecanismos de asimilación no tienen tiempo suficiente para adaptarse, lo que puede resultar en la esclavitud de la sociedad ante nuevas tecnologías. Hizo hincapié en que los avances tecnológicos deben ser manejados y regulados por la humanidad para garantizar un progreso equilibrado y ético.
Redacción de Noticias Obreras.
