“La Iglesia está abierta al diálogo y la colaboración con los sindicatos en la búsqueda del bien común”

“La Iglesia está abierta al diálogo y la colaboración con los sindicatos en la búsqueda del bien común”
Después de tres años de su nombramiento como director del departamento de Pastoral del Trabajo, Antonio Javier Aranda encara  el 30 aniversario de la aprobación del documento  La Pastoral Obrera de toda la Iglesia que impulsó la atención de la Iglesia española al ámbito laboral con la vista puesta en los desafíos del futuro del trabajo.

Hace poco se ha creado en Alcalá de Henares, la Delegación de Pastoral Obrera, ¿se va avanzando en la extensión de esta pastoral en las diócesis?

Este año se cumple el 30 aniversario de la aprobación del documento La Pastoral Obrera de toda la Iglesia por la plenaria de los obispos. En la introducción a este documento los obispos afirman “El presente documento, aprobado por la LXII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, es el resultado de un proceso largo en el tiempo y que marca una fecha histórica, llena de esperanza en la evangelización del Mundo Obrero”. Y efectivamente, este documento está sirviendo para articular la pastoral obrera y del trabajo en la Iglesia que peregrina en España y ha tenido un papel decisivo para centrar la acción pastoral en la evangelización del mundo obrero.

Actualmente la pastoral obrera y del trabajo cuenta con estructura (con nombramiento por el obispo de un responsable) en 34 diócesis, con otras 4 mantiene una buena coordinación y en otras 21 hay actividad de la pastoral obrera a través de los movimientos especializados o desde las mesas diocesanas de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente. La actividad que se desarrolla en estas 59 diócesis supone una gran implantación de la pastoral obrera en nuestras comunidades eclesiales.

Desde el departamento queremos seguir avanzando en esta coordinación de las distintas realidades de la pastoral obrera y del trabajo que se dan en nuestras diócesis, siendo conscientes de que por la realidad de algunas diócesis pequeñas no va a ser posible que exista un nombramiento expreso por el obispo de un responsable de esta pastoral.

El gran problema de esta pastoral, y en general de toda la pastoral social, es la falta de formación del pueblo de Dios (laicos, religiosos y sacerdotes) en la dimensión social de nuestra fe y el gran desconocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia.

¿Se está acrecentando la conciencia de transversalidad de esta pastoral entre el resto de los departamentos tanto episcopales como diocesanos?

Se están dando pasos, pero cuesta romper las inercias. En las jornadas de pastoral del trabajo de 2023 reflexionamos sobre nuestra experiencia de trabajo transversal. Esta experiencia es muy rica y en ocasiones muy poco valorada por nosotros mismos. Este trabajo transversal se da en nuestras parroquias, con otros movimientos y entidades eclesiales, entre distintos órganos diocesanos y entre los distintos órganos de la Conferencia Episcopal. Cuanto más subimos en las estructuras, más dificultades encontramos para romper inercias, pero crece la conciencia y el convencimiento de que la acción pastoral debe estar coordinada, colaborando con otras pastorales en tareas comunes y desechando todo protagonismo estéril.

Una de las riquezas del trabajo transversal que compartimos en la pastoral del trabajo es nuestra relación con distintas organizaciones sociales y nuestra capacidad de trabajar con ellas en aquellas situaciones donde compartimos una preocupación común (trabajo decente, vivienda, personas migrantes, cuidado de la casa común, etc.). Este trabajo transversal con entidades sociales nos ayuda a derribar prejuicios con la Iglesia y a facilitar un diálogo constructivo entre la Iglesia y la sociedad civil.

La transversalidad ayuda a derribar prejuicios y a facilitar un diálogo constructivo

Parece que cada vez hay más relación y comunicación entre las diferentes pastorales, ¿cuál está siendo la experiencia?

El trabajo común con otras pastorales supone acercarnos a las realidades donde desarrollamos nuestra acción pastoral con otras visiones y sensibilidades y por lo tanto de una forma más integral. El papa Francisco propone la imagen del poliedro como camino hacia la comunión en las diferencias, y esto es de aplicación en nuestra tarea pastoral.

Esta experiencia de acercarnos y actuar en las distintas realidades donde estamos o en las que queremos vivir nuestra acción pastoral, nos enriquece y hace más eficaz nuestra acción. Quizá caminemos más despacio, pero con una mayor conciencia de lo que hacemos y con una mayor consolidación del trabajo realizado.

¿Hay progreso en cuanto a la sensibilización sobre la siniestralidad laboral en la comunidad católica?

La falta de conciencia sobre la realidad que supone la pérdida de salud y de vidas en nuestros lugares de trabajo es un problema que atañe a toda la sociedad y la comunidad católica no es ajena a esta falta de sensibilización. Es necesario que toda la comunidad eclesial tomemos mayor conciencia de este gran problema al que el papa Francisco califica de “calamidad”.

No obstante, reconociendo que nos falta mucho por avanzar en esta toma de conciencia. Hay que valorar el trabajo que venimos desarrollando la comunidad eclesial. Desde la pastoral obrera y del trabajo, desde sus delegaciones, movimientos, equipos parroquiales, Iglesia por el trabajo Decente, etc., se realizan una serie de acciones encaminadas a visibilizar esta realidad, a concienciar a la sociedad y a la comunidad eclesial ante esta realidad sangrante. Comunicados, concentraciones, reuniones con sindicatos, promoción de asociaciones de víctimas de accidentes laborales, de plataformas contra la siniestralidad laboral, etc., son algunas de las acciones que se desarrollan en las diócesis de España.

¿Hay mayor comunicación entre Iglesia y sindicatos?

Hay distintas realidades. Movimientos como la HOAC tienen una buena relación con los sindicatos, son frecuentes los encuentros bilaterales para tratar distintos asuntos de interés común y las invitaciones institucionales en ambas direcciones. Las relaciones son buenas y estables.

La realidad en las diócesis es muy variable. En algunas es bastante habitual, en otras más esporádicas y en otras se está haciendo camino para lograrlo. Desde el departamento de Pastoral del Trabajo han habido contactos y reuniones, se nos ha invitado a congresos de los sindicatos, les hemos invitado como ponentes en algunas de nuestras jornadas, pero no hay continuidad en estos encuentros.

Con motivo de la celebración del Día Mundial por la Salud y la Seguridad en el Trabajo se mantuvo una reunión con los sindicatos más representativos en la que participaron varios obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y Promoción Humana. En la plenaria de noviembre de 2023, el cardenal Omella, presidente de la CEE, planteaba la voluntad de la Iglesia de “colaborar con gobiernos, Administraciones públicas, empresas y sindicatos para mejorar la situación”, y hacía alusión al riesgo de exclusión social en la que viven muchos de nuestros conciudadanos. La Iglesia, como no puede ser de otra forma, está abierta al diálogo y la colaboración con los sindicatos en la búsqueda del bien común.

¿Cómo valora la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente?

La iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) es una propuesta madura y consolidada, con una trayectoria de 10 años. Son unas de 56 diócesis las que desarrollan acciones en torno al Día de la Mujer Trabajadora (8 marzo), el Día Mundial por la Salud y la Seguridad en el Trabajo (28 abril), el Día de los Trabajadores, San José Obrero, (1 mayo) y la Jornada Mundial por el Trabajo Decente (7 octubre).

Todo esto está teniendo una buena repercusión en la sociedad y una buena acogida eclesial. En las orientaciones pastorales expresadas en Fieles al envío misionero, aprobadas en la asamblea plenaria de abril de 2021, se pide a la comunidad eclesial que apoye esta iniciativa.

Cada vez más, se va haciendo habitual que nuestros obispos participen en los actos convocados por la ITD, presidiendo la Eucaristía, acompañando una vigilia, publicando cartas pastorales o encabezando algunos de los gestos públicos que se suelen convocar.

 

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