El cardenal Omella pide abordar prioritariamente una agenda de temas sociolaborales

El cardenal Omella pide abordar prioritariamente una agenda de temas sociolaborales
El cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española pide abordar prioritariamente la precariedad laboral, los ingresos mínimos, la vivienda, la protección de la familia y la regularización de trabajadores migrantes “para avanzar hacia un futuro con más esperanza”.

En su discurso inaugural de la asamblea plenaria de la CEE, en el capítulo 7 de su intervención titulado Es posible una economía atenta al que sufre, Omella ha abordado los desafíos económicos y sociales que enfrenta España. El cardenal ha destacado la preocupación de la Iglesia española por el riesgo de pérdida de cohesión social debido a las brechas de desigualdad existentes. También ha hecho hincapié en la pérdida continua del poder adquisitivo de la mayoría de las familias españolas, agravada por la creciente inflación.

“En este contexto, nos sorprende que las administraciones central y autonómicas, a diferencia de otros países, no hayan corregido el efecto de la inflación en el sistema tributario, en beneficio de los ciudadanos que han visto reducido su poder adquisitivo”, ha subrayado el prelado, consciente de los riegos de exclusión social que todavía existen y que “afecta a un 23% de la población y se aprecia un creciente empeoramiento en la situación de los mayores de 65 años”. Además, ha resaltado la preocupante tendencia al aumento de la pobreza severa, afectando a aquellos que viven con ingresos inferiores al 40% de la renta media.

El cardenal también ha subrayado que las crisis económicas no son solo preocupantes en sí mismas, sino por las consecuencias que pueden dejar. Destacando el peligro de que, a raíz de las crisis, la desigualdad y la injusticia social crezcan, sirviendo como caldo de cultivo para el surgimiento de populismos y desestabilizando el modelo democrático y social actual.

En este contexto, el también miembro del Consejo de Cardenales del Vaticano, ha realizado un llamamiento a preservar la democracia mediante la identificación de temas de Estado y la colaboración entre partidos políticos para abordar los problemas estructurales de manera duradera.

Cinco prioridades para mejorar la vida de la gente

En este sentido, el presidente de la Conferencia Episcopal ha señalado cinco prioridades que propone la Iglesia española para mejorar la situación socioeconómica del país.

La primera prioridad es abordar la precariedad laboral “desde una perspectiva integral”. Para lograrlo, plantea la reducción de la temporalidad en los contratos laborales, “facilitando a los trabajadores la seguridad y estabilidad que merecen”. Del mismo modo, señala que hay que “reducir los porcentajes de trabajos a tiempo parcial, permitiendo que más personas accedan a empleos a tiempo completo con todos los beneficios que ello conlleva. En esta lucha contra la precariedad, se debería hacer un esfuerzo por reducir los efectos de la inflación en la ciudadanía y por mejorar los ingresos, especialmente allí donde son más bajos”. Además, “es necesario reconocer adecuadamente la contribución de todos los empleos al bienestar general, asegurando una digna retribución para todos ellos. Mejorar estos elementos no solo beneficiaría a la clase trabajadora, sino que fortalecería el dinamismo económico y social, y promovería una sociedad más equitativa y próspera”.

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El segunda prioridad, consolidar un sistema de garantía de ingresos mínimos para asegura “una mínima dignidad en la vida de quienes no encuentran trabajo o solo lo pueden desarrollar en condiciones precarias”. Omella ha señalado que “no hay progreso social si dejamos atrás a un sector importante de la población, incapaz de generar recursos para vivir con suficiente bienestar”.

El tercer tema prioritario es mejorar el acceso a una vivienda digna, “un desafío presente y futuro para nuestra sociedad” que, en opinión del prelado, requiere “valentía y determinación ” para articular “políticas públicas consistentes y sostenidas en cooperación con el sector privado. El hecho de contar con una vivienda digna, junto con el acceso al agua, a la energía e internet, es el umbral del acceso a un bienestar básico”, ha subrayado.

En cuarto lugar, el cardenal ha señalado la necesidad de garantizar la protección a la infancia y la familia, ya que “la pobreza severa se hereda y es muy difícil salir de ella. El ascensor social desde la parte más baja del edificio no funciona bien”, ha denunciado. De ahí que el presidente de la CEE, pida “hacer lo posible para evitar lastrar el futuro de los niños que nacen en las familias más vulnerables”. Para dar respuesta a esta prioridad, Omella reclama “fomentar ayudas, exenciones fiscales y otras medidas en favor de la familia, que favorezcan la conciliación laboral y familiar, colaboren en la crianza de los hijos y promuevan la natalidad, tal como sucede en muchos otros países de Europa”.

Y en quinto lugar, la Iglesia española propone avanzar en la regularización de las personas trabajadoras migrantes, tal y como vienen reclamando entidades sociales y eclesiales entre las que se encuentra la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC).

En un tono esperanzador, el cardenal expresó la disposición de la CEE para, “si nos dejan”, colaborar  con gobiernos, Administraciones públicas, empresas y sindicatos en la búsqueda de soluciones. “Es exigente, lo sabemos, pero no imposible”, concluyó el cardenal Omella.

 

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