El dinamismo del equipo parroquial de pastoral obrera de Aguilar de Campoo

El dinamismo del equipo parroquial de pastoral obrera de Aguilar de Campoo

El equipo parroquial de pastoral obrera (EPPO) de Aguilar de Campoo comenzó su andadura en el curso 2012-2013. Ya son 12 años cuidando la pastoral obrera en el mundo rural de la diócesis.

Aguilar es un pueblo en el que la realidad del mundo obrero y del trabajo está muy presente. Las fábricas galleteras han sido y son el eje que vertebra la vida social y laboral del pueblo. Por eso, en la parroquia, desde hace tiempo, el cultivo de la dimensión social de la fe ha estado muy presente. De hecho, parte de los miembros del EPPO estuvieron vinculados a la Juventud Obrera Cristiana (JOC), en sus tiempos de trabajo en las fábricas. Son, de algún modo, el alma de la pastoral obrera en Aguilar.

A lo largo del curso 2010-2011 la Unidad Pastoral realizó una asamblea parroquial en la que se pusieron las bases de lo que sería el plan pastoral de la Unidad Pastoral de Aguilar: Aires nuevos. Fruto de este plan fue el plantearnos la presencia pública en el pueblo, cuidando la dimensión social de la fe, conjuntamente Cáritas, Manos Unidas, la pastoral de la salud y el EPPO. A partir de ese momento, comenzamos a caminar como equipo. Al principio éramos 13 personas, la mayoría mujeres. Hoy somos 11, más mayores, pero con el mismo ímpetu y ganas de hacer que, en nuestra comunidad, la dimensión de la pastoral obrera siga presente.

Cada año realizamos una programación para el curso en la que cuidamos tres dimensiones que creemos son fundamentales: la formación, la acción y la presencia en la realidad.

Formación

Los cristianos necesitamos cuidar una formación continua en la dimensión social de la fe (la DSI). Por eso, esta es una de las tareas más importantes en el equipo.

A lo largo de los años hemos reflexionado sobre muchos temas y aspectos concretos de la DSI: cuadernillos sobre la formación sociopolítica de la fe; participación en la vida pública; los principios fundamentales de la DSI; la realidad del mundo obrero hoy… Hemos estudiado y compartido la reflexión sobre algunos de los documentos del papa Francisco: Laudato si’, Evangelii gaudium, Fratelli tutti… También utilizamos algunas de las reflexiones que la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) realiza sobre estos temas, así como la revista Noticias Obreras y el ¡Tú!

Como complemento a nuestra formación asistimos a los encuentros de formación que realiza la diócesis, a los que se preparan en la Zona Pastoral Pisuerga Norte, así como lo que se organiza en nuestra Unidad Pastoral.

Cada año asistimos al encuentro diocesano de pastoral obrera y del trabajo. Una de los miembros del equipo participó, también, en el Congreso Nacional de Laicos (febrero de 2020) y en alguno de los encuentros generales de pastoral obrera.

Últimamente hemos participado de la reflexión sobre la pastoral obrera a los 25 años del documento La Pastoral Obrera de toda la Iglesia; y estamos participando en el sínodo de obispos sobre la «Sinodalidad: Comunión, participación y misión».

Acción

En el EPPO cuidamos la formación, pero no podemos quedarnos solamente en esto. La presencia en la vida social del pueblo y en los diferentes ámbitos de la parroquia son fundamentales.

Durante unos años hemos realizado una actividad llamada Escuela de la vida, como ámbito de sensibilización y reflexión para la comunidad y la sociedad civil de Aguilar y comarca. Algunos de los temas que hemos tratado: Las hipotecas y los desahucios (2012); Los parados, personas en paro: experiencias personales (2013); Mujer en el mundo rural hoy (2019); Conciliación de la vida laboral y familiar (2015), y otros muchos más.

Formamos parte del Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera y del Trabajo, y también de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD). Cada año celebramos la Navidad con una Eucaristía especial por el mundo obrero, a la que invitamos a todos los grupos y realidades de la Unidad Pastoral. Siempre nos acompañan militantes de la HOAC de Palencia.

Presencia pública

La presencia en la vida pública de nuestro pueblo es, también, muy importante para nosotros. Hay que destacar que en el pueblo, a nivel sociopolítico, somos conocidos, reconocidos y valorados. Allí donde hay que sensibilizar, reclamar y ser solidarios, siempre se nos encuentra. La comunidad cristiana está presente y nosotros hacemos partícipes de estas realidades al interior de la parroquia. La elaboración y difusión de comunicados en momentos significativos nos ayuda a seguir sensibilizando a la comunidad y al pueblo.

Estamos implicados en la dinamización social de la comarca, colaborando con otros colectivos sociales: concentraciones del mundo del trabajo, visibilizar las problemáticas del mundo laboral, participación en la mesa de igualdad y en la elaboración del plan de igualdad del ayuntamiento, concentraciones con motivo de las muertes de mujeres víctimas de la violencia de género…

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Seguimos celebrando los días más señalados en el calendario del mundo obrero: Día de la Mujer, Primero de Mayo, Jornada Mundial del Trabajo Decente, Jornada Mundial de los Pobres, Día contra la Violencia de Género… Hacemos visibles estas fechas a través de acciones como los círculos del silencio.

Junto a estas tareas que forman parte de nuestra presencia como equipo de pastoral obrera en la parroquia y en el pueblo, no podemos dejar de lado la aportación que cada una de nosotras realizamos en todos los espacios en los que estamos implicadas. La sensibilidad por el mundo obrero, sus valores, necesidades, luchas, esfuerzos, y el deseo de transformar la realidad para que se parezca más a lo que Jesús quiere para el mundo, está presente en nosotros. Así, en cada uno de los grupos donde participamos (catequesis de niños, grupos de biblia, equipo de celebración de la Palabra, consejos pastorales, asociación de mujeres, club de lectura, asociación de amas de casa; centro de formación de adultos…) hacemos que la dimensión sociopolítica de la fe esté presente.

En muchas tareas y actividades participamos como EPPO, pero nuestra presencia personal en el día a día también es una forma de ser fermento del Evangelio en la realidad. Nuestra presencia personal es, también, una manifestación de la transversalidad de la pastoral obrera en la parroquia.

Logros que vamos percibiendo a lo largo de estos años

La permanencia del grupo es uno de ellos. En tiempos en los que la participación en la vida pública cada vez es menor, en los que la Iglesia y “sus propuestas” no son acogidas por muchos, el equipo sigue siendo una realidad viva y activa en nuestra Unidad Pastoral. Es cierto que no somos muchas, que nos vamos haciendo mayores, que nos flaquean las fuerzas… pero no nos faltan ganas ni tarea en la que implicarnos. Aún nos quedan años para seguir evangelizando desde y en el mundo obrero.

La visibilidad social en el pueblo también es importante. Para muchas personas de la sociedad civil en Aguilar el rostro más visible de la Iglesia es el EPPO y las personas que formamos parte de él. Se nos reconoce, se nos valora; nos sumamos a los esfuerzos sociales por transformar la realidad. La Iglesia, la parroquia, es reconocida y valorada.

Dentro de la Unidad Pastoral somos un grupo activo y participativo en todas las tareas que se organizan. Promovemos encuentros y animamos a que toda la comunidad sea sensible a la realidad social de nuestro entorno y del mundo.

Retos que tenemos por delante

No somos muchos y somos cada vez más mayores. Es un reto lograr convocar a personas que se impliquen y animen a participar y formar parte del grupo. Creemos que es necesario relanzar los EPPO en las comunidades cristianas dándoles la importancia y valor que tienen, y que hoy la Iglesia no valora mucho.

Seguir reivindicando la problemática del mundo del trabajo desde la formación y la acción pastoral en nuestras comunidades de base. Nos sumamos a las palabras del papa Francisco: “Esta visión del trabajo nos mueve a promover cambios profundos en la manera de organizar el trabajo y comprometernos a unas condiciones dignas para los trabajadores. Un trabajo que cuide la vida. Este sueño estará más cerca si cultivamos la espiritualidad del trabajo construyendo vínculos comunitarios. Un trabajo digno como prioridad política de las instituciones y como práctica de las organizaciones sociales, sindicales y políticas”.

Divulgación de la Doctrina Social de la Iglesia en todos los ámbitos de las comunidades cristianas, para que surjan cauces de discernimiento comunitario y participación ciudadana. Para ello, cuidar pastoralmente en las diferentes dimensiones de la pastoral diocesana la formación en la Doctrina Social de la Iglesia.

Ser la voz pública de la Iglesia a favor del mundo obrero y del trabajo. Hacer presente el mundo obrero en la Iglesia y a la Iglesia en el mundo obrero.

Seguir cuidando la transversalidad de la pastoral obrera en todas las dimensiones de la vida de la Unidad Pastoral. Hay que llevar la centralidad del trabajo a la vida y misión de nuestras parroquias.

Cuidar la corresponsabilidad y protagonismo de los laicos y laicas en la Iglesia. La sinodalidad es una dimensión esencial que tenemos que ir haciendo realidad en nuestras comunidades cristianas.

El trabajo tiene que dignificar a la persona, darle autonomía para poder vivir dignamente. Y como decimos siempre en el EPPO: “La persona es lo primero”.

 

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