Salvado el 70% del empleo en H&M gracias a la lucha de las trabajadoras

Salvado el 70% del empleo en H&M gracias a la lucha de las trabajadoras
“Un día llegaron con esta fiesta, pensando que la gente no iba a reaccionar”. Por fiesta, Leli Fernández, miembro del Comité de Empresa de H&M, entiende el expediente de regulación de empleo (ERE) para despedir a 1.100 personas. Por reacción, huelgas, paros y manifestaciones que al final redujeron el número de bajas a 349.

La dirección de la firma sueca alegó motivos organizativos para anunciar el cierre de 30 tiendas y el despido del 20% de su plantilla, compuesta por unas 5.000 personas, con el objetivo de acelerar la transformación del negocio hacia la venta por internet, debido a que la pandemia estaba cambiando los hábitos de los consumidores.

Pero Leli Fernández, trabajadora de la compañía textil desde hace 13 años y representante sindical por UGT, matiza la versión empresarial: “Es verdad que ha cambiado la actitud de compra de la gente, pero la empresa ha puesto también mucho de su parte para que ocurra”.

La transformación digital

Cita la obsesión por engordar el club por Internet y el cierre de los probadores, como parte de ese esfuerzo por cambiar los hábitos de los consumidores. Sobre lo primero, dice: “Había bronca, si las tiendas no llegaban al objetivo de clientes apuntados al club. Ahora tienen una gran cantidad de datos fantásticos que les permite hacer campañas, dar puntos y descuentos…”

En cuanto a “no poder probarse la ropa antes de comprarla”, una de las ventajas que tiene ir a una tienda, explica que “los probadores estaban cerrados, porque no sacaron a la gente de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), no había personal para desinfectar la ropa y volverla a colocar”.

Las restricciones para combatir la propagación del coronavirus, evidentemente, han mermado los números del gigante sueco. En 2020 sus beneficios fueron de 123 millones de euros, un 91% menos que el año anterior.

Sin embargo, la empresa confía en repartir dividendos el próximo otoño. “Cuando se ha permitido la apertura de los mercados, las ventas en las tiendas se han recuperado y al mismo tiempo las ventas online seguían creciendo muy bien”, explicaba a la prensa la consejera delegada de H&M, Helena Helmersson.

Los planes para España, comunicados antes del fin del Estado de alarma, fueron considerados por los sindicatos como “desproporcionados”. Se iban a cerrar 30 de las 166 tiendas y despedir a parte del personal de otros 94 establecimientos. Un duro golpe para los trabajadores y trabajadoras, en tiempos de gran incertidumbre

“Cuando les decía
que iban a despedir
a gente de sus tiendas,
todos me contestaban
que allí no sobraba nadie”

Como explica Fernández, “la empresa pasó, de pronto, de hablar de los valores de la empresa, de que éramos un equipo en el que todos contábamos, a querer deshacerse de nosotros”. La plantilla se indignó. “El plan de despidos no afectaba a todo el mundo por igual, sobre todo querían prescindir de quienes tenían contratos de 30 a 40 horas semanales”, añade.

La delegada sindical, elegida por primera vez en octubre del año pasado, se pasó por las tiendas de Alicante, donde vive, para informar a los trabajadores y las trabajadoras de los planes de la empresa. “Cuando les decía que iban a despedir a gente de sus tiendas, todos me contestaban que allí no sobraba nadie”, expone.

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Según su experiencia, “es un machaque total, nos han puesto tiempo para todo: para descargar, ‘alarmar’, ‘perchar’ y colocar la ropa; para recoger el ‘burro’ de los probadores y devolver cada cosa a su departamento, porque hay cada vez menos trabajadores para hacer de todo. Van asfixiados sin poder conseguir los objetivos”. Además, explica, la gran mayoría del personal está contratado a tiempo parcial y a turnos, para minimizar el riesgo empresarial. “Con el mínimo de gente, piden lo máximo”, comenta.

Daño a la marca

El ambiente que viven los trabajadores y las trabajadoras en las tiendas está detrás, en opinión de Fernández, del enorme seguimiento de las movilizaciones en contra de ERE propuesto por la empresa. La huelgas y paros parciales fueron secundados por entre el 90 y el 95% de la plantilla, según los sindicatos; las manifestaciones también recibieron un gran apoyo.

También la repercusión que estaba teniendo el conflicto en la imagen de la empresa, influyó en el cambio de planes de la cadena de tiendas de ropa. “Los suecos nos venden sostenibilidad, hablan del textil responsable, pero, ¿qué pasa con las familias que emplea y que no pueden vivir de su trabajo?”, se pregunta la trabajadora.

“¿Qué pasa con
las familias que emplea
y que no pueden vivir de su trabajo?”

Al final, la dirección de H&M tuvo que rectificar sus intenciones primeras. Las bajas se quedaron en 349 con indemnizaciones de 45 y 33 días por año trabajado, más unas primas en función de la antigüedad. A cambio, unas 170 personas podrán ver reducida su jornada, como máximo un 20%, durante dos años.

Las tiendas de Orense, L’Ila y Loranca permanecerán abiertas, mientras que la de Vigo se trasladará a otro lugar. Se creará una especie de bolsa de empleo para ofrecer 401 vacantes que se cubrirán según marchen las ventas.

Seguir vigilantes

“Los compañeros de la mesa negociadora han hecho un gran trabajo, analizando uno por uno cada puesto de trabajo de cada tienda, para salvar el mayor número posible de empleo”, valora Leli Fernández, quien, no obstante, matiza que el ERE seguirá abierto hasta abril del 2022 y se han aplicado cambios sustanciales de las condiciones de trabajo. “No podemos relajarnos, habrá que seguir estando vigilantes”, afirma.

De su experiencia, como delega sindical recién elegida, comenta que “ha sido difícil, son muchas horas incluso desde casa, más cuando eres nueva, pero estoy contenta por haber podido salvar bastantes empleos”.

“La gente se queja mucho, pero si no actúa, no sirve de nada”, reflexiona. “Si dejas a las empresas que campen a sus anchas, tal y como está el mercado laboral, va a ser un desastre. Estoy orgullosa y contenta de poder mirar a la cara a mis compañeros de trabajo de todos los días”, concluye.

 

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