Trabajadoras cristianas en el congreso de CCOO

Trabajadoras cristianas en el congreso de CCOO
Yolanda Carrasco (i) y Ester Calderón (d)
En el día en  que se ha incorporado la definición de sindicato feminista a los estatutos de CCOO, dos militantes de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) participan como delegadas en el 12 congreso y ofrecen su visión de la marcha de este sindicato.

Yolanda Carrasco, secretaria de Condiciones de Trabajo, antes Acción Sindical, de Andalucía, y Ester Calderón, secretaria de Comunicación del País Valenciano, comparten su militancia y pertenencia a a la HOAC, movimiento de trabajadoras y trabajadores cristianos, .

Han participado lógicamente en los congresos previos y ahora se encuentran en el hotel de Madrid, donde se están desplegando los ritos y liturgias propios de la democracia interna de un sindicato con casi un millón de afiliados y unos ingresos, solo en cuotas, de 130 millones de euros.

Conversamos con ellas en un aparte del congreso, mientras los delegados y delegadas escuchan las intervenciones, entran y salen del plenario y consultan sus móviles. “Está siendo un congreso muy tranquilo en comparación con otros”, opina Ester Calderón, “quizás porque no preocupan tantos los nombres de quienes van a ser elegidos como las propuestas”.

Yolanda Carrasco corrobora que “solo ha habido dos delegaciones, me parece, que han presentado ponencias diferenciadas, cuando antes era habitual tener que dar la palabra a un sector más oficialista y a otro crítico”.

Voluntad de entendimiento

“No quiere decir que no haya intereses encontrados, no es igual la situación en Andalucía que en Cataluña, ni las prioridades en los servicios que en la industria, pero se trata de dialogar y de escucharse para abrir procesos, que no siempre son de un día para otro, para buscar el entendimiento”, aclara Calderón.

Apostilla Carrasco que las diferencias sociales, culturales y económicas que se dan en cada persona y ambiente lógicamente se refleja en la organización, “más allá de la actividad laboral concreta que cada uno desempeñe”, como también es normal que haya “diferencias ideológicas” en las soluciones que se defienden, “lo que nos enriquece”.

“Tal vez el hecho de que el sindicato se haya feminizado, como muestran los datos de afiliación y el peso en los órganos de dirección, ha contribuido en algo a rebajar la tensión, porque las mujeres, por lo que sea, tendemos más al consenso, a destacar más lo que nos une que lo que nos separa, sin ignorar las diferencias”, sigue Carrasco.

Sindicato feminista

No ocultan ambas su satisfacción porque a partir de ahora CCOO se autoproclame feminista y reconocen que cada vez hay más mujeres potentes a la que vez que entienden que la organización ya está preparada para hacer el cambio, lo que hace pensar que no habrá que esperar mucho más tiempo para ver a una de ellas al frente del “primer sindicato del país”, como se ha dicho de esta organización de trabajadores en este congreso.

El hecho de que el 50% de los delegados y delegadas del Congreso asistan por primavera vez puede ser un indicativo de la renovación interna, aunque, como Calderón, indica, su edad media sigue siendo algo alta, en torno a los 51 años.

Iglesia y sindicatos deben tender puentes

En lo que también coinciden es en señalar la distancia entre el mundo sindical y la Iglesia, por más que haya habido una representación de la HOAC en este Congreso.

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Hay reticencias comprensibles en ambas partes, pero lo que preocupa a Calderón es que en el pasado “hubo una convivencia natural, había militantes cristianos dentro de las organizaciones sindicales e incluso en su fundación, pero ya no son tantos. Es poca gente, minoritaria, la que guarda memoria de los tiempos en que era natural esa relación”.

Reconoce Carrasco que “hay poca permeabilidad entre unos y otros, entre la Iglesia y los sindicatos, y al revés”. Pero, en general, “la Iglesia es una desconocida ahora mismo para el mundo del trabajo, la gente de a pie no tiene interés por conocer a la Iglesia y la Iglesia tampoco está sabiendo estar con la gente de hoy”, si bien puntualiza que “el sindicato también tiene dificultades para hablar a la gente de hoy. Por ejemplo, ¿es Miguel Ríos, que me encanta, la persona adecuada si queremos llegar a la gente hoy en día?”

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Sin embargo, algo está cambiando, “hay un Papa que se está mostrando muy cercano a la realidad del mundo del trabajo, con un mensaje muy potente, que antes no teníamos”, matiza Calderón, lo que, a su juicio, puede servir para “romper barreras, al menos, dentro de la jerarquía de la Iglesia”.

La agenda transformadora

Lo curioso es que temas que están saliendo en el Congreso, algunos de los cuales ya están en el día a día de la organización, mientras que otros todavía necesitan más recorrido, convergen con algunas de las propuestas avaladas por la Iglesia, al menos por el Vaticano.

Las transiciones justas y sostenibles, la importancia de los cuidados, la organización de los tiempos de trabajo, las rentas mínimas y el salario universal, la siniestralidad laboral y la necesidad de atender las nuevas realidades del trabajo, por ejemplo, son algunos de los puntos que, sin ir más lejos, están presente en declaraciones y mensajes del papa Francisco.

Termina la conversación para que las dos sindicalistas cristianas puedan seguir los trabajos del congreso, en el que, al fin y al cabo, se expresa una parte de la clase trabajadora organizada y se prepara para hacer frente a los retos de futuro.

 

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