Cáritas y Manos Unidas advierten del aumento de la desigualdad entre hombres y mujeres

Cáritas y Manos Unidas advierten del aumento de la desigualdad entre hombres y mujeres
Ante el Día Internacional de la Mujer estas entidades de la Iglesia en España advierten del retroceso en la igualdad entre hombres y mujeres que se da en nuestro país y en el mundo, al tiempo que proponen soluciones a partir de sus experiencias de acompañamiento.

La desigualdad que penaliza a las mujeres se manifiesta, según Cáritas, en situaciones como la brecha de género en el mundo laboral o las dificultades para la conciliación y la corresponsabilidad en los cuidados, pero también en cuestiones tan graves como las violencias sexuales o los feminicidios. Estas realidades, a su juicio, son “claras vulneraciones a los derechos humanos de las mujeres, y de las niñas y adolescentes”.

Mayor exclusión, mayor vulneración de derechos laborales

En el caso de nuestro país, preocupa especialmente, la mayor exclusión social que padecen las mujeres. Los hogares encabezados por mujeres han pasado de la integración precaria a la exclusión, mientras que los encabezados por hombres han pasado de la integración plena a la precaria.

Además, Cáritas recuerda que, en el caso concreto del empleo del hogar, desarrollado mayoritariamente por mujeres, muchas de ellas racializadas, la situación de vulneración de derechos laborales es “especialmente grave”.

Igualmente destaca que los cuidados, tanto si tenemos en cuenta la economía formal como la economía sumergida, se configuran como “un sector que continúa un año más invisibilizado y donde la vulneración de los derechos humanos es manifiesta”.

Violencias machistas

Las circunstancias de las mujeres en situación de pobreza y exclusión social se agrava, con frecuencia, por la existencia de violencias machistas. Por más que se hayan producido avances, pervive “una profunda falta de oportunidades para aquellas que viven en las zonas más empobrecidas o se encuentran en entornos más invisibles y marginales, como mujeres en contextos de prostitución, y posibles víctimas de explotación sexual y de trata con fines de explotación sexual”.

Cáritas Española, que también realiza un importante esfuerzo a nivel internacional en la lucha contra la desigualdad en el mundo, aprovecha para hacer notar que “los conflictos y guerras en los que muchos países se ven inmersos a día de hoy –Ucrania es el ejemplo actual más cercano– empujan a las mujeres a situaciones de extrema vulnerabilidad, al convertirlas en objeto directo de muchas formas de violencias, ya sea al utilizarlas como arma de guerra o como consecuencia de su desplazamiento forzado”.

Los movimientos migratorios masivos producidos por conflictos o por desastres naturales crean una serie de situaciones de serio riesgo, especialmente para las mujeres y las niñas y adolescentes. De hecho y como señala ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados), una de cada cinco mujeres desplazadas internas ha sufrido violencia sexual.

Políticas públicas reales, encaminadas a erradicar las desigualdades

El llamamiento de Cáritas a las Administraciones Públicas, responsables políticos, agentes económicos y sociales, comunidad cristiana y toda la sociedad pasa por construir un marco de relaciones entre hombres y mujeres sin barreras ni divisiones, donde los derechos de las mujeres y las niñas, sean protegidos, respetados y garantizados; trabajar por un mundo libre de violencias machistas, donde no se criminalice a las víctimas sino a los culpables, apostar de manera intensiva por una educación basada en la igualdad de roles, la responsabilidad compartida y la tolerancia que sirva para erradicar las conductas machistas todavía imperantes en nuestra sociedad; y asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres en la vida política, económica y pública.

“Sólo a través de la puesta en marcha de políticas públicas reales, dotadas de recursos, encaminadas a erradicar las desigualdades existentes tanto en el ámbito internacional, nacional como local, podremos conseguir vivir en una sociedad auténticamente igualitaria, inclusiva y sostenible”, defiende Cáritas.

Contra la violencia machista

Por su parte, Manos Unidas hace un llamamiento para atender la realidad de las mujeres empobrecidas, “las más vulnerables y castigadas por la desigualdad imperante en el mundo”. La ONG de la Iglesia especializada en la cooperación internacional reafirma su compromiso en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres de todo el mundo.

“Aunque las mujeres representan la mitad de la población mundial y, teóricamente, tienen los mismos derechos y deberes, y la misma dignidad que los hombres, en ningún lugar del mundo, ni siquiera en las sociedades más avanzadas, han conseguido la deseada igualdad”, asegura María José Hernando, del departamento de Estudios de Manos Unidas.

Manos Unidas, pone como ejemplo de su apuesta por la erradicación de prácticas ancestrales como el matrimonio forzado o la ablación genital femenina” el proyecto Jóvenes contra la mutilación genital femenina en Mauritania.

La pandemia está suponiendo un grave desequilibrio está afectando de manera singular al día a día de millones de mujeres y niñas en el mundo. “Las medidas de confinamiento, las restricciones de movilidad, la crisis económica, el cierre de las escuelas y la masificación de los centros de salud, entre otros, están llevando a millones de mujeres a situaciones límite con una multiplicación de la carga de trabajo y estrés”, explica Hernando.

Presas de la economía informal

A pesar de que las mujeres que viven en países en desarrollo y en zonas rurales tienen en la agricultura su mayor fuente de empleo, la mayor parte de sus trabajos se desarrollan en la economía informal, lo que implica una mayor precariedad en todos los campos: salarial, sanitario, educativo, social… Además, solo el 15 % de las tierras del mundo está en manos de mujeres.

Manos Unidas trabaja con las mujeres campesinas, cuidadoras de la tierra y de la vida, sobre las que descansa, en gran medida, la sostenibilidad del planeta, a pesar de que la mayoría no son dueñas de las tierras y no pueden acceder a créditos para mejorar sus vidas», asegura Encarni Escobar, del área de Proyectos de la ONG..

Diversos proyectos de esta ONG persiguen proveer a las mujeres de medios y capacitación para que puedan acceder a empleos mejor remunerados o para que monten sus propios negocios con los que conseguir ingresos que les permitan sacar adelante a sus familias, además de formarlas para que hagan valer sus derechos en el seno de sus familias y comunidades y conseguir que sus hijas no sean víctimas, también, de la discriminación que ellas sufren.

Un ejemplo es el proyecto que se lleva a cabo en el territorio palestino de Cisjordania, donde existe un alto porcentaje de tierras baldías y no cultivadas, a pesar de que, debido a la coyuntura geopolítica, una de las pocas alternativas se supervivencia para la población es precisamente el trabajo de la tierra y el cuidado de animales.

 

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