Trabajadores cristianos de Alicante consideran que la ordenanza de convivencia cívica “discrimina, multa y persigue a personas vulnerables”

Trabajadores cristianos de Alicante consideran que la ordenanza de convivencia cívica “discrimina, multa y persigue a personas vulnerables”
Trabajadoras y trabajadores cristianos de Alicante denuncian la aprobación de la ordenanza de convivencia cívica en el Ayuntamiento de la ciudad por injusta y discriminatoria, al tiempo que piden un cambio de política que priorice a la personas pobres, en vez de castigarlas.

Ante la publicación de la ordenanza el pasado 3 de marzo, la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de la ciudad de Alicante ha publicado un comunicado en el que denuncian que esta ordenanza es “aporofóbica y discrimina, multa y persigue a las personas más vulnerables y necesitadas de más apoyo social, ya que las personas sin hogar y las mujeres prostituidas podrán ser sancionadas en Alicante al aprobarse esta ordenanza municipal”.

La HOAC recuerda que muchos de los políticos y políticas que han votado a favor de la ordenanza se autodenominan católicos y por eso, como creyentes, quieren recordarles que frente a la exclusión, el Evangelio propone hacerse prójimo de quien se encuentra en la necesidad y no “revictimizarlo”. En su opinión, “pocas cosas se encuentran más en las antípodas del Evangelio que culpabilizar a las víctimas.

Ante esta realidad social, insisten, es necesaria otra manera de concebir, vivir y desarrollar la acción política. “La política es mucho más que lo que “hacen los políticos”, es una dimensión propia de la vida de todas las personas y parte de nuestra responsabilidad de cuidar de los demás. Es todo lo que hacemos para organizar de forma humana la vida social. Por eso necesitamos recuperar la política como responsabilidad de todas las personas”.

Reconocer a dignidad humana

Citando Fratelli tutti, 154, afirman que para realizar la fraternidad “hace falta la mejor política puesta al servicio del verdadero bien común”, por lo que se hace necesario buscar caminos para desarrollar otra vida social que reconozca la dignidad humana, especialmente de las personas más empobrecidas, evitando medidas punitivas y coercitivas.

En este sentido desde la HOAC recuerdan algunas aportaciones del papa Francisco: “Cuando la sociedad abandona en la periferia una parte de sí misma, no habrá programas políticos ni recursos policiales o de inteligencia que puedan asegurar indefinidamente la tranquilidad” (Evangelii gaudium, 59). “Reconocer a cada ser humano como un hermano o una hermana y buscar una amistad social que integre a todos no son meras utopías. Exigen la decisión y la capacidad para encontrar los caminos eficaces que las hagan realmente posibles”. (Fratelli tutti, 180).

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Vulnera derechos fundamentales

En los últimos años desde la HOAC pretenden acompañar la vida de las personas, conociendo y compartiendo sus vidas de manera que se evite el “sálvese quien pueda”; también quieren colaborar a “un cambio de mentalidad y al cambio de las instituciones desde la centralidad de los pobres, cuidando la vida de las personas y no castigándolas”.

Por eso entienden que esta ordenanza criminaliza a las personas más empobrecidas y vulnera derechos fundamentales de las personas sin hogar; aumenta la inseguridad de las mujeres prostituidas y las deja más a merced del proxenetismo de lo que ya están. Además las sanciones propuestas lastran el acceso a subsidios y rentas básicas que podrían contribuir a la inclusión social de las personas que serán perseguidas por la ordenanza.

Recuerdan también que uno de los motivos habituales que llevan a las personas a quedarse sin hogar es la enfermedad mental. Y que en las actuales circunstancias de salida de la pandemia este tipo de medidas son menos oportuna que nunca.

Hacen un llamamiento a todas las fuerzas políticas municipales para que se evite descartar todavía más a estos colectivos y fomenten la cultura política del diálogo. Por eso piden:

  • La retirada de la Ordenanza de convivencia cívica en el término municipal de Alicante.
  • La creación de una comisión de estudio y participación para reelaborar la ordenanza donde la sociedad civil exponga sus necesidades y visión de los asuntos concernientes a esta ordenanza, especialmente a los colectivos afectados y al tejido social que trabaja habitualmente con los mismos.
  • Dotación de alternativas reales para estos colectivos: más plazas y recursos para las personas sin hogar, pisos puente de reinserción, el aumento de personal para el seguimiento de las situaciones de sin hogar y con problemas de salud mental, y recursos para las mujeres que quieran salir del mundo de la prostitución.

 

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