Este #8M2022 pasamos “De las palabras a los hechos”

Este #8M2022 pasamos “De las palabras a los hechos”

Tengo que comenzar diciendo que, para CCOO, es 8M siempre. Porque la defensa de la igualdad entre mujeres y hombres está en nuestros principios fundacionales, y porque esta es una tarea que se concreta día a día en las acciones de nuestros delegados y delegadas. Y, sin embargo, creemos que este #8M2022 cobra una importancia especial como fecha de reivindicación, de enorme valor simbólico y de visibilización.

Tras una durísima pandemia que ha golpeado especialmente el empleo de las mujeres y en medio de las muchas crisis históricas que estamos enfrentando, la defensa de la igualdad y de los derechos de las mujeres es más necesaria que nunca para evitar cualquier retroceso. Y para seguir avanzando, especialmente en el ámbito que más nos toca como feministas sindicalistas: el laboral.

Adaptando el lema sufragista, este 8M queremos pasar “De las palabras a los hechos” en medio del negacionismo de la derecha y de la crispación en el propio movimiento feminista. Hemos elaborado una campaña con perfil propio, que lleva el feminismo a los centros de trabajo y coloca a los planes de igualdad como herramienta política del mismo, consiguiendo así un espacio específico, el laboral, sumando este a la acción feminista que otros colectivos despliegan en la calle y ensanchando el feminismo.

Comisiones Obreras ha sido parte de la historia del movimiento feminista desde su nacimiento, aportando debate, sobre todo sociolaboral, en sus encuentros y congresos y siendo uno de los grupos que ha llamado a las mujeres a las manifestaciones en las calles.

El sindicato ha participado históricamente por derecho propio individual o colectivo en la configuración democrática de nuestro país, en el desarrollo y la conquista de derechos con base en las libertades públicas y privadas; participación que llevó a las mujeres de CCOO a ser pioneras en las luchas a favor del aborto y los derechos reproductivos, el divorcio, y a tantas otras.

CCOO ha sabido en los últimos años situarse en una sonora revolución social que camina hacia la igualdad real y que estalla en los últimos cuatro años en todas las estructuras sociales y políticas, donde la lucha contra las violencias machistas está siendo una prioridad. Este trabajo ha servido para situar al sindicato en la corriente de cambio frente a la derecha negacionista para pasar página a tantos hechos oscuros y recónditos, a una realidad insoportable e inadmisible, a la aceptación de las violencias contra las mujeres como expresión de poder, sometimiento y superioridad del patriarcado.

La revolución feminista es tan intensa
como inmensa, y transversaliza cualquier acto
o actividad por mínima que pudiera parecer

La actuación cotidiana de defensa de la igualdad y la lucha contra discriminación llevó a la aprobación unánime de la inclusión del feminismo como principio en el último Congreso. De este modo, CCOO asumió el feminismo como elemento guía de su organización interna y su propuesta sociopolítica para llevar adelante de manera transversal la igualdad a la sociedad y a las relaciones laborales en particular. De este modo, propone la consecución de la igualdad como fórmula de convivencia entre hombres y mujeres, pero también acabar con la discriminación como elemento imprescindible para afrontar la supervivencia en una sociedad que, castigada por los rigores de la pandemia, entiende que los cuidados deben estar en el centro de la misma pero redistribuidos entre mujeres y hombres.

La revolución feminista es tan intensa como inmensa, y transversaliza cualquier acto o actividad por mínima que pudiera parecer, tanto como para provocar importantes fricciones de reconfiguración social e incluso económica.

Este 8M pasamos “De las palabras a los hechos”; es el momento de llevar el esfuerzo feminista del sindicato de los últimos años a las relaciones laborales. La acción sindical organizada en torno a la centralidad del trabajo promueve la expansión de un sindicalismo feminista universal e integrador, que convierta nuestra organización en agente de igualdad dinámico y socializador, donde las feministas de todo tipo confluyan. Los derechos fundamentales no se dejan en las puertas de las fábricas, el feminismo ya tampoco. Este 8M queremos reconocer el trabajo cotidiano feminista que delegadas y delegados realizan cotidianamente, pero también usar esta fecha para que en los centros de trabajo se debata sobre las desigualdades y discriminaciones existentes en esos centros y dentro de sus empresas. Hacer a las trabajadoras y trabajadores cómplices del cambio y contar con ellas y ellos para conseguir transformar la discriminación en igualdad.

Este 8M pasamos “De las palabras a los hechos” porque los últimos reales decretos que hemos negociado nos permiten situar los Planes de Igualdad como herramienta feminista que revierta los desequilibrios laborales, económicos y sociales entre hombres y mujeres en miles de empresas de este país. Este 8M buscamos con hechos que desde la negociación colectiva afrontemos una organización de las relaciones laborales diferentes para procurar una vida distinta, para hombres y mujeres que atienden los cuidados corresponsablemente y que ejercen sus libertades dentro y fuera del centro de trabajo.

Negociar para la igualdad, buscar equilibrios previo diagnóstico de realidades tan invisibles como incómodas. Hacer feminismo sindical, para un sindicato feminista, es apostar por una sociedad más democrática, pero también por conseguir una sociedad más justa y placentera para todas las personas.

 

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