La plantilla de Zumos Palma logra que la empresa pague las indemnizaciones y salarios adeudados

La plantilla de Zumos Palma logra que la empresa pague las indemnizaciones y salarios adeudados
Después de un año de movilizaciones, la plantilla de la fábrica de Zumos Palma en Palma del Río (Córdoba) ha logrado que la propiedad de la empresa, el fondo de inversión Toksöz, abone las indemnizaciones y salarios adeudados. El apoyo de la Iglesia ha sido constante.

Uno de los representante de los trabajadores de la empresa, Fernando Trujillo, no oculta su alegría por el acuerdo y achaca la razón de este final a la perseverancia de los trabajadores: “Estamos convencidos que sin esta lucha nunca habríamos firmado este acuerdo extra judicial”.

También desde el secretariado diocesano de Pastoral del Trabajo de Córdoba se han mostrado satisfechos con la resolución de este conflicto, que, en palabras de su responsable, Juan Fran Garrido, “muestra, en primer lugar la importancia de la organización, la unión y la resistencia de los trabajadores, así como el papel crucial de sindicalismo”.

Del mismo modo, Garrido ha destacado la importancia de la solidaridad, “han sido muchas organizaciones sociales, políticas, eclesiales y muchas personas individuales las que han apoyado a los trabajadores”. “El pueblo se ha puesto del lado de estos trabajadores, con lo que se demuestra que debilidad de los que no tienen el poder económico ni político se convierte en fuerza”, ha afirmado.

El conflicto comenzó hace un año tras la venta fallida de la planta de exprimido a Central Andaluza de Gestión y Suministros Plásticos (Cegeplas). El acuerdo, que ha sido aprobado por la plantilla en asamblea, contempla el abono de las indemnizaciones correspondientes por despido improcedente, que asciende a más de 1,3 millones de euros, y el compromiso de abonar los salarios pendientes de pago –que ascienden a algo más de 261.000 euros- antes del 28 de febrero de 2023.

Con este acuerdo, que ha sido rubricado por CCOO como representante legal de los trabajadores y trabajadoras, la firma de abogados Mancilla&Spínola, y la empresa turca, se finalizan los procesos judiciales. No obstante, Zumos Palma y Toksöz se reserva la posibilidad de emprender acciones legales contra Cegeplas.

El acuerdo por el que Zumosol se hace responsable de los pagos a los 38 trabajadores y trabajadoras pone fin a la difícil situación vivida por la plantilla el último año. Ante este final, Trujillo lanza un mensaje a los trabajadores. “Animamos a todos los trabajadores y trabajadoras a que luchen por sus derechos” y pide que “defendamos lo nuestro”.

A pesar de este final feliz, Trujillo no olvida la dureza de permanecer en la fábrica durante meses a expensas de la climatología, separados de sus familias y condenados a un limbo legal en la que no figuraban como desempleados pero tampoco eran trabajadores activos.

Igualmente critica la lentitud de la justicia y las administraciones, “en este país nuestro desgraciadamente el trabajador está indefenso ante el abuso de poder de lar empresas”, por lo que considera que “es necesario modificar las leyes para dar mayor rapidez y eficiencia en la defensa al trabajador.

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El encierro en las fábrica y los apoyos recabados ha servido para dar a conocer la situación a la opinión pública y afear la imagen pública de la marca Zumosol. De ahí que Trujillo, haya querido “dar las gracias a todas las personas, organizaciones, medios y partidos políticos que nos han apoyado tanto físicamente como moralmente en nuestra lucha”.

El apoyo de la Iglesia

A lo largo del conflicto, el apoyo de la Iglesia ha sido constante, comenzando por el de las parroquias de su localidad, en especial, la de San Francisco de Asís, pero también de los militantes de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), movimiento de trabajadoras y trabajadores cristianos, en dicha población y del propio secretariado de Pastoral del Trabajo y los movimientos apostólicos y equipos que lo componen

“El primer apoyo, tal y como se le transmitió a los trabajadores encerrados, ha sido la oración, aunque no esté muy de moda, ni tengamos siempre la convicción de su poder. Pero este es tremendo, poner sus necesidades, sus luchas, las injusticias cometidas contra ellos en manos del Cristo Obrero ha sido una constante por parte de todas las comunidades”, ha detallado el responsable de Pastoral del Trabajo, Juan Fran Garrido, quien ha recordado las visitas a los trabajadores encerrados, el seguimiento de las manifestaciones, la difusión de su situación, incluso con una mención en el comunicado del Primero de Mayo de la Iglesia diocesana y el poyo económico, en especial, a través de Fondo de Solidaridad Diocesano de la HOAC con los trabajadores en conflicto.

“La Iglesia tiene que seguir estando cercana al sufrimiento y la lucha de los trabajadores en el día a día, no podemos ser indiferentes, desde el secretariado hemos querido estar atentos, en un doble sentido: dejar que penetre al interior de la iglesia diocesana el sufrimiento y la aspiración de justicia y llevar a Jesucristo a estas realidades de sufrimiento”, ha comentado Garrido, para quien, como dice el papa Francisco, “la esperanza siempre prevalece, a pesar de las crisis y situaciones tan perjudiciales que está viviendo el mundo del trabajo”.

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