Trabajadoras y trabajadores cristianos de Francia señalan que la reforma de las pensiones “amenaza el derecho a una jubilación digna”

Trabajadoras y trabajadores cristianos de Francia señalan que la reforma de las pensiones “amenaza el derecho a una jubilación digna”
FOTO | @JeunesFIAngers, Vía Twitter
La reforma de las pensiones aprobada por el Gobierno de Macron “amenaza el derecho a una jubilación digna”, según la ACO, e insta al gobierno a escuchar sus demandas y a trabajar juntos para encontrar soluciones justas y equitativas para todos. La Juventud Obrera Cristiana francesa exige la retirada de la reforma.

La Acción Católica Obrera (ACO) de Francia ha emitido una declaración, este jueves, tras la adopción de la reforma de las pensiones en la que indican la gravedad de la situación por la reforma de las pensiones y las declaraciones del presidente de la República, Emmanuel Macron, en una entrevista televisada.

En el texto, expresan su preocupación por el derecho de los trabajadores a una jubilación digna y su solidaridad con el movimiento social liderado por la  unidad de los sindicatos, que se opone al aumento de la edad de jubilación a 64 años y al aumento de la contribución a 43 años para acceder a la jubilación completa.

El gobierno francés, liderado por Elisabeth Borne, aprobó la reforma de las pensiones el 20 de marzo mediante el uso del artículo 49.3, después de impedir una votación en la Asamblea Nacional el 16 de marzo. El presidente Macron, en su entrevista televisada del 22 de marzo, afirmó que se oponía a un referéndum sobre las pensiones y que deseaba que la reforma se implementara antes de fin de año 2023.

Según la ACO, el presidente y su gobierno ignoran y “falta de respeto” a la voz de los millones de trabajadores, desempleados y jubilados que han salido a la calle en ocho ocasiones desde el 19 de enero, liderados por una coalición unitaria de sindicatos. Muchos colectivos y asociaciones de trabajadores precarios, mujeres y jóvenes también se han unido a este movimiento.

Razones para la esperanza y la acción

Militantes de este movimiento de trabajadoras y trabajadores cristianos, que comparte espacios de trabajo y misión con la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), han participado en manifestaciones en todo el país y en debates locales sobre la reforma de las pensiones en las últimas semanas, mostrando su preocupación por cuestiones como la penosidad, las carreras largas, la precariedad y la discriminación.

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La organización ha llamado a participar en la manifestación sindical del 28 de marzo y en todas las manifestaciones futuras que se organicen a iniciativa de la coalición de sindicatos. También ha llamado a apoyar cualquier forma de solidaridad con las personas comprometidas y con iniciativas no violentas para defender las pensiones.

Finalmente, la ACO ha llamado a seguir el compromiso colectivo en nuestros lugares de vida y a compartir signos de esperanza. Sus militantes encuentran en su fe razones para esperar y actuar por un mundo más justo y solidario. “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados” (Mt 5, 3-12).

“Exigimos la retirada del proyecto de ley de pensiones”

En este mismo sentido, se expresa la Juventud Obrera Cristiana (JOC) de Francia que se opone, junto con otras organizaciones juveniles, a la reforma y alerta de su impacto “en todo el modelo social francés y los jóvenes de la clase obrera y de los barrios obreros serán de los primeros afectados”.

De hecho, apuntan, que alcanzar este derecho “tendrás que encontrar trabajo a partir de los 21 años y trabajar toda la vida sin ningún período de inactividad. Sin embargo, sabemos que el primer trabajo estable se fija a los 27 años” unido a la una tasa de paro del 18%, 10 puntos por encima del resto de la población.

La JOC también señala que esta reforma ampliará las brechas y reforzará las dificultades de inserción profesional. “A medida que las personas mayores continúen trabajando, la cantidad de trabajos estables para los jóvenes disminuirá. Se verán entonces obligados a encadenar contratos precarios”. “Tenemos derecho a soñar más y más alto para nuestro futuro, que queremos digno”, concluyen.

 

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