Francho Gracia, presidente de la JOC: “Alzar la voz y unirse merecen la pena”

Francho Gracia, presidente de la JOC: “Alzar la voz y unirse merecen la pena”
Francho Gracia Puzo (1994), acaba de ser elegido presidente de la Juventud Obrera Cristiana (JOC). Este geólogo aragonés, con una trayectoria militante de 7 años, ofrece un servicio a la Iglesia y los jóvenes del mundo del trabajo, desde este movimiento de la Acción Católica Especializada hasta el 2025. Entre la lectura de Al menos tienes trabajo, de Naiara Puertas, y el musiqueo del último disco de Alex G, se atreve a conversar con Noticias Obreras.

¿Qué sueños tienes para este servicio que comienzas? 

La JOC está claramente llamada a aportar en la reconstrucción sinodal de la iglesia en varias cuestiones tales como la evangelización –o primer anuncio–, el protagonismo de los jóvenes, responsabilidad del laicado, etc… La JOC tiene una historia y un método que demuestran que somos un movimiento que acompaña a jóvenes en procesos duraderos y de calidad, y actualmente me preocupa cómo poner en valor nuestra propuesta. De forma fantasiosa, te diría que un sueño es ser masa. Pero ser miles no nos preocupa, y con un más sentido lo que soñamos más bien es que cada joven a la que la JOC se acerca, sienta “algo moverse por dentro”, y así hacer colaboradores en la construcción del reino de Jesús.

El sueño de emancipación de las personas jóvenes está en permanente conflicto por las condiciones de trabajo, tantas veces indecentes, que soportan. ¿Qué consideras que está en juego? 

Como bien dices, están las condiciones de trabajo, y es que facilitar la emancipación joven requiere de cuestiones materiales: ayudas al alquiler, limitación de precios, salarios más altos… y está quedando claro que existen muchas resistencias a transformar cualquiera de estas variables. Hay que decir que las estadísticas del Observatorio de Emancipación Juvenil del Consejo de la Juventud de España dicen que los salarios medios de los jóvenes quedarían absorbidos en más de un escandaloso 85% para el pago de un alquiler en 2022.

Así que hay que reconocer que el sueño, en este caso, es más bien una pesadilla. La JOC ha apoyado los últimos años la Iniciativa por una Ley que garantice Derecho por la Vivienda. La buena noticia ha sido que está problemática tan dañina para los jóvenes no está aislándose como una queja menor. Con esta Iniciativa y junto a tantos otros colectivos hemos encontrado que alzar la voz y unirse merecen la pena, y que hemos llevado la delantera a los políticos con respecto al debate parlamentario.

Contar con legislación laboral que proteja
a los trabajadores y a las trabajadoras
es la máxima garantía de la promoción de los cuidados

¿Cómo promover la cultura del cuidado en el mundo del trabajo?

Precisamente, contar con legislación laboral que proteja a los trabajadores y a las trabajadoras es la máxima garantía de la promoción de los cuidados. Mientras tanto, nos hemos dado cuenta que existe mucho desconocimiento en la juventud con respecto a las leyes que existen, y que esto favorece abusos y aprovechamientos por parte de los empleadores. También, nuevos esquemas de empresas dificultan las relaciones horizontales entre trabajadores: falsos autónomos, trabajos aislados… Hay tantas trampas y tanta ideología individualista, que especialmente se difunde entre los más vulnerables: migrantes, clase obrera, jóvenes con necesidad económica… No queremos dejar de promover los valores humanistas, y compartir esta mirada al trabajo con los ojos de la vida y la dignidad. Sin embargo, no dejemos de ser pragmáticos y pidamos leyes laborales lo más proteccionistas posibles.

¿La propuesta de ley vivienda colma vuestro sueño de derecho a techo?

La ley acaba de ser aprobada y es demasiado pronto como para evaluar los efectos que tenga. Veremos en que se traducen ideas como las “zonas tensionadas” o “los grandes tenedores”. La regulación a los precios del alquiler parece muy insuficiente comparada con el acusado esfuerzo económico que los jóvenes inquilinos hacen. Incluso, nos preguntamos qué pasará con las situaciones más vulnerables: desahucios o sinhogarismo. Se acerca la campaña y escuchamos cantos de sirena entre los candidatos, como la ampliación del parque de vivienda público. Pero sin embargo, la sensación es algo decepcionante, de que solo se encuentran medidas tímidas y con poco efecto en la vida de los jóvenes.

También puedes leer —  ITD prioriza la promoción de la dignidad del trabajo con el compromiso de toda la Iglesia

¿Cómo “quedamos” para promover la cultura del encuentro?

Al decir “quedamos” a menudo recurrimos a una acción de tipo educativa, en la que promover unos valores humanistas, a través de los que explicar el gozo del encuentro con el distinto: enriquecerse, conocer, buscar puntos en común… Esto, los cristianos tenemos que tenerlo clarísimo, “si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario?” (Mateo, 5, 47). Pero también con el “quedamos”, pediría no solo superar los ya conocidos prejuicios morales, o no solo sentirnos suficientes al practicar “actitudes de buen rollo” que siendo necesarias, pueden ser vacías.

Hay que señalar también que la cultura del odio está a menudo dirigida a sectores sociales que ya de por sí sufren en este sistema, y que son los que más expuestos están a las consecuencias de la marginación. Por ejemplo, ¿acaso no es casualidad que aquellos que descubrimos que trabajan en condiciones semiesclavistas son personas migrantes, a los cuales los mensajes de odio y prejuicios han ayudado a “naturalizar” que trabajen durísimamente? El esfuerzo de humanizar al otro ha de ser integral, y no detenerse en meros aspectos “dialogantes”. Por ello, cabe señalar la vulnerabilidad que genera la cultura del odio y que ese “encuentro” se concrete también en hablar de mejores condiciones materiales de vida para los vulnerados.

“Hagan lío” tiene que ver con la confianza
que el Papa tiene en los jóvenes, para que sean
agentes de transformación de la propia Iglesia

En vísperas de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ),  ¿qué opinión tienes de este tipo de pastoral? 

La JMJ es un encuentro que tiene una serie de virtudes que atraen con éxito la presencia de jóvenes. De hecho, jóvenes jocistas asistirán a la JMJ junto a sus diócesis, y movimientos hermanos de Portugal, Italia, o de la Acción Católica internacional irán a Lisboa.

Sin embargo, el resto del año, la JOC es un movimiento que opta por una evangelización ligada a la presencia en los ambientes, y por ende, asumiendo que el estilo de “pastoral de eventos” puede funcionar, se colabora normalmente con la Pastoral Juvenil en términos de una “pastoral de procesos”, que prepare un calendario de propuestas más continuo y persistente durante un curso escolar. Esto en absoluto es una discusión entre modelos, de hecho, es algo que ha existido en años anteriores, y algo que podría compaginarse especialmente bien: equilibrar la celebración de eventos puntuales con una propuesta más cotidiana y periódica hacia los jóvenes. Sé que no soy el primero en traer esta conversación, que ya he escuchado en reuniones de Pastoral Juvenil. Así que sería fantástico saber de una intención generalizada entre las Pastorales Juveniles para buscar equilibrar estos estilos, y desde la JOC poder añadir un granito de arena en ese sentido.

¿Qué lío –como dijo Francisco– sugieres que deben hacer los jóvenes?

Precisamente, Francisco alentó a los jóvenes en una JMJ, y yo he interpretado esas palabras como que hacer lío tiene que ver con una presencia juvenil en la Iglesia y en el mundo más palpable y sólida. Sin embargo, creo que repasando el papado de Francisco y extendiendo sus posicionamientos, me gusta imaginar que esta frase tiene dos relecturas más. Pienso que el Papa anhela que los jóvenes sean cómplices imprescindibles de la Iglesia, pide que adquieran más protagonismo, y pide que entren en acción, saliendo de los templos al mundo. De forma aún más ambiciosa, me gusta imaginar que el imperativo “hagan lío” tiene que ver con la confianza que el Papa tiene en los jóvenes, para que sean agentes de transformación de la propia Iglesia. Que hacer ruido sea también que hagamos propuestas de futuro con la Iglesia, y qué no tengamos miedo al lío que se pueda generar.

 

¿Necesitas ayuda? ¿Algo que aportar?