La cruz y la tuerca

La cruz y la tuerca

Este año, el Día de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Galicia se ha celebrado en Ferrol, en el ya afamado barrio de Canido, y ha sido una gran experiencia, tanto la preparación como el encuentro vivido.

Gracias a la profunda amistad que nos une al equipo anfitrión, y sin ser militantes, se nos ha dejado colaborar en la organización del evento que, en nuestro caso, consistió en el diseño y elaboración del obsequio, a modo de recuerdo, que se entregaría a cada invitado. El resultado final fue una sencilla cruz de arcilla en cuyo extremo, una cuerda sujetaba una tuerca, simbolizando que todos somos hermanos en Cristo, que juntos hemos de cuidar la vida, la dignidad humana, y en concreto, cuidar lo relativo al ámbito laboral.

Y sin haberlo pretendido, la cruz y la tuerca se convirtieron en el hilo conductor de la jornada, que comenzaba con la acogida de los participantes. Un primer momento se dedicó a la exposición del tema que lleva por título “Cuidar el trabajo, cuidar la vida”. Seguidamente, los responsables de los equipos de militantes de Galicia resumieron todas las actividades llevadas a cabo en sus respectivas ciudades, orientadas al servicio y entrega a los demás y a la defensa de condiciones dignas de trabajo.

A continuación, fuimos partícipes de un coloquio protagonizado por representantes de las entidades sociales del barrio que nos acogía y que, sin identidad cristiana, respondieron a la invitación, y describieron los propósitos de sus colectividades. Creyentes y no creyentes, partiendo de la premisa de que lo verdaderamente importante es la persona, llegamos a la conclusión de la necesidad de unirse para hacer frente a la lacra del individualismo. Y la cruz y la tuerca, de fondo, como símbolo del compromiso con los demás, a imagen de Jesucristo.

Ya en el ecuador de la jornada, celebramos juntos la Eucaristía, acompañados por el obispo de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos, orando por las mejoras del mundo del  trabajo y por la eliminación de las injusticias, pero agradecidos por la misión encomendada a la militancia cristiana de transformar el mundo.

Y la cruz y la tuerca, de fondo, simbolizando la esperanza en Jesús resucitado. Por último, y en una gran mesa, compartimos una comida y disfrutamos de una sobremesa amenizada por algunos voluntarios, con una pieza teatral y música en directo. Y la cruz y la tuerca, ahora ya en cada bolsillo de los participantes, nos recordará ese día de encuentro, y será el símbolo de querer vivir, sintiendo, pensando y actuando como lo haría Jesús, según el Evangelio, y con la doctrina social como guía para mejorar nuestras realidades.

La cruz y la tuerca nos recordarán que hemos de trabajar por la construcción del bien común, que pasa por el cuidado de la vida en general y el cuidado del trabajo en particular.

Muchas gracias a los integrantes de la HOAC de Ferrol, que son ya familia, especialmente a la militante de nuestra casa que, aunque ya jubilada, fue quien sembró la semilla.

 

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