El seguimiento de Jesús

El seguimiento de Jesús
Nos adentramos en febrero. Hasta la mitad de este mes vamos a seguir celebrando el tiempo ordinario, que empieza después de Navidad. A mitad de febrero iniciamos otro tiempo fuerte, la Cuaresma, que nos pone en la dirección de la Pascua.

Estamos escuchando, los domingos del tiempo ordinario, el Evangelio de Marcos. Desde el primer capítulo nos presenta a un Jesús admirado y buscado por mucha gente. El Evangelio del primer domingo de febrero es muy explícito al respecto: «La población entera se agolpaba a la puerta».

Se nota que han encontrado en Jesús a un enviado de Dios, cuya forma de enseñar y actuar es muy distinta a la de los letrados y fariseos. Jesús sana y libera del mal. Lo hace desde la compasión. Pero, siempre, en conexión con el Padre. No sabe predicar y sanar si no es desde la comunión íntima con el Padre. Por eso, al amanecer, necesita orar. La oración es mirar con amor al Padre/Madre y dejarse mirar, dejarse abrazar. Lo vivido en su bautismo, lo reproduce en cada momento de intimidad con su Padre. Gran lección, desde la propia vida, para los que intentamos vivir en el Espíritu de Jesús.

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