Una de cada tres muertes de migrantes sucede huyendo de un conflicto
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) revela más de 63.000 muertes y desapariciones documentadas de personas migrantes en la última década
El informe Una década comentando muertes de migrantes de la OIM revela tendencias alarmantes en las muertes y desapariciones de migrantes en los últimos diez años con más de 63.000 muertes y desapariciones documentadas.
Las muertes de personas migrantes siguen aumentando siendo 2023 el año que marca el saldo anual de muertes más elevado de los registrados, cuando más de 8.500 decesos se registraron. Hasta ahora en 2024 las tendencias no son menos alarmantes en el Mediterráneo en donde las llegadas este año son significativamente más bajas (16.818) en comparación con el mismo período en 2023 (26.984) la cifra de muertes es casi tan alta como la del año pasado, según el informe de la OIM.
Estas cifras demuestran la urgente necesidad de capacidades fortalecidas de búsqueda y rescate, la facilitación de vías migratorias seguras y regulares, y acción basada en evidencias para prevenir futuras pérdidas de vidas. La acción debe incluir cooperación internacional intensificada contra las redes inescrupulosas de trata de personas y tráfico de migrantes, según la OIM.
Más de un tercio de los migrantes fallecidos cuyo país de origen pudo identificarse provienen de países en conflicto o con grandes poblaciones de refugiados, poniendo de relieve los peligros enfrentados por quienes intentan escapar de las zonas de conflictos sin contar con vías seguras.
El Mediterráneo, un cementerio
El informe de este organismo de la ONU desvela también que el ahogamiento es la causa principal de muerte. Casi un 60% de las muertes documentadas durante la migración están vinculadas a ahogamiento y más de 27.000 han ocurrido en el Mediterráneo. El informe pone de relieve la necesidad de mejorar las capacidades de búsqueda y rescate para salvar vidas en el mar y destaca la importancia de trabajar con los gobiernos para facilitar rutas migratorias más seguras.
Sin embargo, la información sobre las identidades de los migrantes desaparecidos está sin identificar. Más de dos tercios de los migrantes cuyas muertes fueron documentadas siguen sin ser identificados, teniendo las familias y las comunidades que enfrentar la pérdida ambigua de sus seres queridos.
Hay más de 37.000 personas fallecidas para las cuales no se dispone de información sobre el sexo o edad, lo cual indica que la verdadera cifra de muertes de mujeres y menores posiblemente sea mucho mayor. Esto pone de relieve la necesidad de que haya una compilación mejor coordinada de datos y procesos de identificación para darles un cierre a las familias afectadas.
“A pesar de las numerosas vidas perdidas cuyas identidades siguen siendo desconocidas, sabemos que casi 5.500 mujeres han fallecido en rutas migratorias durante los últimos diez años y la cifra de menores identificados es de casi 3.500,” dijo Ugochi Daniels, directora general adjunta de Operaciones de la OIM. “El saldo sobre las poblaciones vulnerables y sus familias nos urge a convertir la atención sobre los datos en acción concreta”.
Redacción de Noticias Obreras.
