Entidades religiosas claman ante la embajada israelí por el “cese del genocidio”

Entidades religiosas claman ante la embajada israelí por el “cese del genocidio”
Foto | @EntreBorromeos
“En nombre de la humanidad, cese el genocidio en Palestina y Gaza”, ha sido el grito que se ha elevado este jueves frente a la sede diplomática de Israel en Madrid.

Convocado por el Colectivo PAX, y diversas organizaciones religiosas, el acto comenzó con la lectura del poema “Aviso al mundo”, del poeta y escritor hispano-palestino, Said Alami:

“Aviso al mundo sobre la injusticia que sufro. Injusticia por parte de mi enemigo. De mi hermano y de mi amigo. Aviso al mundo de la injusticia que sufro a manos del mundo. Aviso al mundo que soy el alba. Y no me cabe el pesimismo”.

Acto seguido, las personas concentradas guardaron tres minutos de silencio como gesto de solidaridad con las víctimas del genocidio y denuncia de esta grave situación que conculca los más elementales derechos humanos.

Con este gesto de silencio se ha querido –según los y las organizadoras del acto– denunciar la hipocresía de diversos gobiernos que con una mano saludan a Palestina y con la otra compran y venden armas a Israel.

La música también estuvo presente en este acto. La violinista Clara Castilblan interpretó dos piezas de su repertorio.

Durante el acto se informó de la recién terminada huelga de hambre llevada a cabo en Barcelona por el fin del comercio de armas con Israel y el apoyo a la denuncia internacional por genocidio.

Las organizaciones convocantes mostraron también su apoyo a la iniciativa de Suráfrica ante la Corte Internacional de Justicia para que se investigue y castigue a los responsables del genocidio en Palestina.

Posteriormente, se informó que el próximo domingo 25 de febrero, en más de 95 territorios, se celebrarán movilizaciones para denunciar el genocidio en Gaza, contra el comercio de armas con Israel y la ruptura de relaciones con Israel.

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El acto, al que acudieron alrededor de un centenar de personas, finalizó con la lectura del capítulo III de Miqueas, en el que profeta, censura a los malos gobernantes que se saltan el derecho, “odian el bien y aman el mal”, y “con el estómago lleno, invitan a la paz; con el vientre vacío, declaran la guerra”.

 

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