La Iglesia española escucha a las víctimas de la siniestralidad laboral

La Iglesia española escucha a las víctimas de la siniestralidad laboral
Este viernes, a las 12 horas, tendrá lugar un encuentro histórico entre obispos de la Conferencia Episcopal Española y representantes de asociaciones de víctimas de la siniestralidad y enfermedades laborales.

La Conferencia Episcopal Española, en su dinámica de acompañar las realidades del mundo del trabajo, convoca este nuevo encuentro. En esta ocasión, los obispos responsables de la subcomisión de Acción Caritativa y Social y de la pastoral del trabajo, Jesús Fernández y Abilio Martínez, respectivamente, han convocado a cuatro asociaciones de víctimas de la siniestralidad laboral. En concreto, asistirán representantes de la Asociación de Víctimas de Accidentes y Enfermedades Laborales de Andalucía (AVAELA) Andalucía y de Castilla-La Mancha, de la Plataforma 28 de abril de La Rioja. La Asociación de Víctimas de Accidentes de Trabajo de Toledo (AVALTO), también fue invitada, aunque no podrá asistir.

El propósito de la reunión, según ha confirmado Noticias Obreras, es escuchar y acercarse a las realidad más sufriente del mundo del trabajo, en particular, promover la defensa de la vida en el trabajo”, ante la falta de protección de la salud que afectan a muchas personas en sus lugares de trabajo. En concreto, en la situación en las que quedan las víctimas de la siniestralidad laboral.

Esta reunión coincide en la semana de inicio de la mesa de diálogo social sobre prevención de riesgos laborales, donde el gobierno, sindicatos y empresarios han comenzado a negociar una hoja de ruta para desplegar la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027, así como cambios en la ley de salud laboral que requiere una profunda actualización. También se han dado a conocer el cuadro de datos que ofrece el Ministerio de Trabajo sobre accidentes laborales, un término que las víctimas prefieren evitar, prefiriendo resaltar la gravedad de la situación con el término “siniestralidad”.

Una “tragedia muy extendida”

La realidad que muestran esos datos es dramática, con más de un millón de siniestros al año y, peor aún, dos personas trabajadoras, todos los días, que van a trabajar y ya no vuelven. Una “tragedia muy extendida“, en palabras del papa Francisco, que impacta profundamente en las familias trabajadoras y ha llevado a la formación de asociaciones de víctimas de la siniestralidad laboral.

La siniestralidad laboral es el resultado de una forma de organizar el trabajo que no tiene en cuenta el cuidado de las personas trabajadoras. Con trabajo decente, formación en prevención de riesgos, medidas preventivas, equipos de protección y una actuación intensa de la Inspección de Trabajo evitaría este “escándalo intolerable”, según denuncia el movimiento de trabajadoras y trabajadores cristianos de la HOAC.

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También hemos conocido que el sindicato UGT, a través de su secretario general, Pepe Álvarez, ha reclamado la “implicación activa” de las fuerzas policiales de todo el país “como agentes activos en la lucha contra los accidentes de trabajo. La policía tiene la obligación de vigilar por el cumplimiento de todas las leyes, incluidas las de prevención. Tienen que tener potestad para actuar e informar a la Inspección de Trabajo ante estas irregularidades”, argumenta.

“¡No más muertes en el trabajo! y esforcémonos en lograrlo”

En este contexto, la Iglesia española, a través de la subcomisión episcopal de Acción Caritativa y Social, pero especialmente mediante el compromiso de la pastoral del trabajo expresado en las orientaciones pastorales Fieles al envío misionero, aprobadas en asamblea plenaria de los obispos, insiste en la necesidad de atender los riesgos para la vida en el mundo del trabajo. Esto se debe a la falta o insuficiente protección de la salud –que es un derecho– y al descuido de la vida y el trabajo de miles de trabajadores –que es una obligación moral y ética–. En este sentido, es importante recordar que la Iglesia española, a través de su pastoral del trabajo, continúa impulsando el llamamiento del papa Francisco: “¡No más muertes en el trabajo! y esforcémonos en lograrlo”.

De hecho, este encuentro es continuidad del que mantuvieron los obispos citados, junto con el cardenal José Cobo –entonces obispo auxiliar–, con los sindicatos y los empresarios. En aquella ocasión, reclamaron al Gobierno la urgencia de abordar, desde el diálogo social, la problemática de la siniestralidad laboral. Un aspecto que es una insistencia de la pastoral del trabajo en tus dinamismo evangelizador desarrollado en los últimos años, tanto en sus jornadas generales y diocesanas, como en sus notas con motivo del 28 de abril, Día Mundial de la la Seguridad y la Salud en el Trabajo.

 

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