Romper con el economicismo

Romper con el economicismo
Foto | Khunkorn Laowisit (vecteezy)
En estos últimos años se ha dado una conciencia bastante generalizada de que el ciclo de un sistema economicista como el que vivimos en la actualidad está llegando a su fin. Que los problemas que genera esta manera de entender el quehacer económico comienzan a ser irresolubles y que sus inconvenientes son superiores a las supuestas ventajas que tiene.

En concreto, vemos como un crecimiento ilimitado con unos recursos limitados como son los que tenemos en nuestro planeta, no solo es imposible de conseguir a largo plazo, sino que también es una insensatez. Por otro lado, nos hemos dado cuenta de que el crecimiento no garantiza que todos obtengan lo suficiente para vivir y las bolsas de pobreza siguen existiendo no solo en los países pobres, sino también en aquellos que tienen una renta per cápita bastante elevada. Además, nos encontramos en una situación de verdadera adicción al crecimiento en el que, si este no se consigue mantener a unos niveles elevados, la crisis subsiguiente tiene amargas consecuencias especialmente para quienes menos tienen. Por último, vemos cómo, a pesar de tener un nivel económico superior al que teníamos hace unos años, mucha gente no tiene una vida plena, la felicidad y la satisfacción no se incrementan y, en algunos casos, parecen retroceder.

Ante esta situación encontramos nuevas propuestas económicas que se introducen en el debate y que tienen como punto en común el intentar ofrecer alternativas adecuadas para ofrecer otra manera de organizar la economía. Todas ellas tienen su aportación positiva y sus partes interesantes, ofrecen propuestas realistas y viables al actual funcionamiento de la economía. La economía ecológica, el decrecimiento, la economía del bien común, la economía de la rosquilla, la economía de comunión, la economía circular, las empresas con propósito, etc. Se trata de distintas denominaciones que han ido trufando el mundo económico y ofreciendo una reflexión sobre alguna de las debilidades del actual paradigma económico que deriva en propuestas prácticas interesantes.

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